Un guardia custodiaba la puerta de la habitación de Jhonatan
-Dejame entrar, por favor- susurré
-No puedo señorita-
-Necesito verlo- lo mire con inocencia
-Los médicos han dicho que necesita descansar, estará bien, pero no despertará en un par de horas- el guerdia me sonrio con algo de ternura
-¿Me avisaras cuando despierte, por favor?- sonrie con suavidad
-Hare lo posible señorita- una sombra de tristeza cruzo su mirada sin saber por que
-Y...- no me atreví a terminar la frase
-Esta en su recámara... Los doctores dicen que estará bien- murmuró
-Gracias- dije realmente aliviada, mientras corria hacia la habitación de Ikaro