Llegué al rio y encontré gracias a mi cuervo la llave y el cofre, dentro del cofre habia una botellita de cristal tallado y el liquido que contenia tenia un brillo especial, como si fuese agua de la luna o algo parecido. Una vez lo hice acariciando a mi cuervo por su gran lavor emprendimos el camino no sin antes coger todo y no dejar huellas de mi paso. Estabamos apunto de saber que era lo que me pidio el fantasma del cementerio. Mis destino: las caverna del agua de las cumbres negras.