Después de horas internado en el bosque, comencé a oir agua. Agua cayendo...sin duda debia de ser una cascada. Me iba acercando al lugar del que povenia el sonido, hasta llegar a ver luz entre los arboles que tenia por delante. Al salir del linde, vi la cascada, hermosa, con el agua cayendo de inumerables formas y produciendo ese sonido tan peculiar...El ambiente era calido y humedo. El agua salpicaba en muchas zonas y busqué una roca medianamente seca para sentarme. Se palpaba la esencia mágica que el aire contenía. Vi numerosas plantas que me eran conocidas por sus posibles usos medicinales, y tambien vi otras que me eran absolutamente irreconocibles. Tomé muestras de parte de ellas. Una vez que estaba sentado alli, sobre la roca. Comencé a escuchar mas detenidamente la naturaleza, el sonido de los animales, los crujidos de las plantas...
Sentí algo. Una criatura se acercaba...y parecía de tamaño considerable. Un cazador, por su forma de pisar, con sigilo, practicamente inaudible...Un roce contra un arbol.
Permanecia sereno, con los ojos cerrados.
El animal entró en el claro. Con delicadeza deslicé la mano hacia el cuchillo de basalto de mi cintura, no queria hacerle daño, pero se lo haria si no me quedaba otro remedio.
Y cuando oi el crujido que significaba que la bestia iba a saltar abri los ojos.
Se me quedaron como platos.
- ¡¿Gäel?!
Un lobo blanco, del color de la nieve mas pura. Saltó hacia donde me encontraba, sin duda me reconocía, me habia seguido hasta aqui...
-¿Que haces aqui pequeño?-dije mientras le acariciaba la oreja.
Era mi compañero por allá en las tierras del norte.
Después de sentir como la energía recorría mi cuerpo. La naturaleza reconfortaba mi espiritu...
Regresé hacia el pueblo.